Se acaba de presentar el documento que recoge por extenso los grandes ejes de la actuación española sobre drogodependencias para los próximos ocho años: la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016. En líneas generales, se trata de un plan continuista, coherente con las líneas políticas aprobadas por la ONU y la UE, y organizado en cinco áreas: reducción de la oferta, mejora del conocimiento básico y aplicado, formación de profesionales, cooperación internacional y, fundamentalmente, reducción de la demanda –que incluye la promoción de la salud, la prevención del consumo y los problemas asociados–, la disminución de riesgos y daños, y la asistencia e inserción social. La estrategia trata de adaptarse a fenómenos como la aparición de nuevas sustancias y los cambios en los perfiles de los consumidores y las pautas de consumo, e incorpora la perspectiva de género, pero descarta abordar las adicciones comportamentales. Está previsto que el documento se concrete a través de dos planes cuatrienales consecutivos.